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viernes, 27 de diciembre de 2013

Panrico, xerrada col·loqui en solidaritat amb ela treballadors de Panrico



El Casal Popular la República organitza aquest diumenge (29 de desembre a les 20h) una xerrada-debat sobre el conflicte laboral de Panrico. L'acte es farà a la seu del Casal, a la plaça de Pere IV i començarà a les vuit del vespre. Treballadors de la factoria de Panrico a Santa Perpètua seran els encarregats d'exposar la situació que estan patint.

Panrico ha presentat un expedient de regulació d'ocupació que afecta a més de 745 treballadors, 154 de la planta de Santa Perpètua, el 43% de la plantilla. Els empleats de la factoria de la veïna localitat s'han mostrat contraris a aquesta mesura i porten ja deu setmanes en vaga.

jueves, 12 de diciembre de 2013

El pacte CDU-SPD, el final de l'Europa dels ciutadans



  Adjuntem el document del pacte entre la CDU i el SPD que marcarà el futur d'Europa perquè consolida la diferència entre l'europa del Nord i del Sud, enterra la idea de la Europa dels ciutadans i manifesta la rendició de la socialdemocràcia europea en front del neoliberalisme més ferotge.

 El trencament de la socialdemocràcia amb la defensa dels treballadors i treballadores obliga a reforçar les organitzacions transformadores i moviments socials d'autodefensa.


DEFINIR EL FUTURO DE ALEMANIA
Acuerdo de coalición entre CDU, CSU y SPD
XVIII periodo legislativo.


(Extractos del texto que hacen referencia a Europa, traducción no oficial)

Preámbulo

Una Europa fuerte y estable, el futuro de Alemania (pág.11)

Como la mayor economía de Europa, recae sobre Alemania una responsabilidad especial para nuestro continente. Sabemos que únicamente le puede ir bien a Alemania si también Europa tiene buenas perspectivas de futuro. Es nuestra meta sacar de la crisis a Europa y convertirla en una Europa fortalecida de la estabilidad y del crecimiento sostenible. Para ello es una condición central disponer del euro como moneda fuerte y estable. El fundamento es el principio de que solidaridad y responsabilidad propia van de la mano. Este camino sería incompatible con una mutualización de las deudas. Más bien necesitamos más competitividad sobre la base de reformas estructurales y nuevos impulsos de crecimiento en todos los Estados miembros. La Europa social tiene para nosotros la misma importancia que las libertades de mercado en el mercado común. Ayudamos a luchar con medidas concretas contra el alto desempleo juvenil en Europa. Junto con nuestros socios trabajaremos para que cada persona joven en Europa tenga una oportunidad y una perspectiva.


1.- Crecimiento, innovación y bienestar.

Política económica europea (pág.15)

Defendemos la culminación del mercado interno europeo. Para lograr el mercado común es imprescindible consolidar las infraestructuras trasnacionales. Se tienen que eliminar los obstáculos que aún persisten, sobre todo para las PYMEs. Dentro de la UE queremos impedir el dumping fiscal, acabar con los paraísos fiscales y avanzar en el proceso de armonización fiscal. La burocracia tiene que ser reducida también a nivel europeo. Queremos trasponer al detalle las disposiciones de la UE, también para garantizar la igualdad de oportunidades en el mercado único europeo. La legislación que se aprueba en los diferentes ámbitos políticos de la UE no debe contener contradicciones. Tiene que ser coherente, para fortalecer a largo plazo el papel de Europa en la competencia global.


6. Una Europa fuerte (pags. 156 – 167)

Responsabilidad política de Alemania con Europa

La obra de unificación europea sigue siendo la tarea principal de Alemania. Lo que nuestros socios europeos esperan de Alemania ha ido cambiando a lo largo de los últimos años. La Unión Europea (UE) atraviesa un periodo históricamente único de transformaciones y renovaciones económicas, sociales e institucionales. En esta fase de cambio, Alemania, como Estado miembro económicamente fuerte y ancla de estabilidad, ha ido asumiendo cada vez más responsabilidad y se ve expuesta a expectativas especiales por parte de sus socios.

En esta situación, nuestro país, como miembro fundador de la UE y socio de confianza, tiene que asumir un papel responsable que fomente la integración en Europa. Alemania aplicará y aprovechará hasta el límite todas sus posibilidades para volver a fortalecer y ampliar la confianza en la capacidad de futuro de la construcción europea. Haremos todos los esfuerzos necesarios para que se supere la crisis en Europa y se inicie un nuevo despegue hacia una Europa política y económicamente fuerte y socialmente justa. Una financiación sólida y sostenible tendrá que ir unida al crecimiento y empleo, y la necesaria responsabilidad propia de los Estados miembros tendrá que ir unida a la solidaridad europea y la democracia. Para poder cumplir con estas tareas, la UE requiere unas instituciones comunes con capacidad de actuar.

Una Europa democrática

A menudo, las decisiones de la política europea influyen fuertemente en las condiciones de vida de nuestros ciudadanos y ciudadanas. Por ello, es muy importante para la confianza en Europa y en la UE que se fortalezca la legitimidad democrática y que las decisiones se configuren de forma más comprensible. Para ello hace falta tanto un papel fuerte del Parlamento Europeo como una amplia integración de los parlamentos nacionales. La Comisión Europea necesita de un colegio riguroso y eficiente con competencias claras de los comisarios.

Es especialmente importante también para la aceptación de la gestión de crisis en la zona euro que esta gestión esté presente en las estructuras democráticas de la UE y la colaboración acreditada entre Comisión, Consejo, Parlamento Europeo y Estados Miembros. El método comunitario forma el núcleo de la integración europea. Allá donde algunos Estados avancen en la integración, el objetivo debería ser que dichos ámbitos políticos sean llevados lo antes posible bajo el techo de los tratados europeos, incluyendo a todos los Estados miembros.

El Gobierno federal apoya la introducción de un derecho electoral europeo único para conseguir unas mayorías fiables en el Parlamento Europeo y así poder garantizar la estabilidad del procedimiento legislativo de la Unión. En este contexto, habría que fijar un límite mínimo adecuado respecto a la asignación de los escaños.

La formación de una sociedad civil europea es requisito esencial para una democracia europea viva. Para ello, es especialmente importante desarrollar la política para la juventud. Colegios europeos, asociaciones juveniles y una mayor movilidad juvenil podrían contribuir a ello. En este contexto, apoyamos, por ejemplo, la creación de una asociación juvenil greco-alemana. Como socio, seguimos apoyando los esfuerzos de reformas en Grecia, en especial manteniendo y desarrollando la Asamblea Greco-Alemana.

Para una mayor aceptación de una integración profunda de Europa por parte de los ciudadanos es imprescindible cumplir estrictamente con el principio de subsidiaridad. Según este principio, la UE sólo actúa donde no basta con la actuación de los Estados miembros. Las tareas deben estar ubicadas donde mejor puedan cumplirse: a nivel europeo, nacional, regional o local. Asimismo, los actos jurídicos de la UE deben estar basados en el principio de la proporcionalidad.

Queremos hacer realidad una Europa cercana a los ciudadanos que respete la autonomía local. Los idiomas y las culturas locales y regionales constituyen una parte esencial de la diversidad europea con la cual las personas se identifican. Defendemos que la UE preserve la autonomía y las múltiples tradiciones de todos los Estados miembros. La UE debe concentrar su trabajo sobre todo en las grandes tareas del futuro. En estos ámbitos necesitamos una UE fuerte que sepa actuar de forma democrática y conjunta.

El uso de la lengua alemana en las instituciones europeas debe reflejar su estatus jurídico y su empleo real en la UE. El alemán debe recibir igual trato y uso también en la práctica que las otras dos lenguas de procedimiento, inglés y francés.

Los retos – el camino de Europa para superar la crisis

Haremos todo lo posible para que Europa salga fortalecida de la crisis actual. Estamos plenamente convencidos de que esto será posible siempre y cuando Europa siga unida y dé una respuesta política integral a los retos de la zona euro. Las causas de la crisis son múltiples: desde el endeudamiento excesivo de ciertos Estados miembros, los déficits de competitividad, los desequilibrios económicos, los problemas de construcción de la Unión Económica y Monetaria Europea, o una evolución equivocada de los mercados financieros.

Las perspectivas de crecimiento acaban de mejorar. Pero la crisis ha dejado huellas profundas y aún estamos lejos de superarla. El desempleo es insoportablemente alto en muchos de los Estados miembros, especialmente entre los jóvenes. Muchos PYMES no son capaces de financiar sus inversiones. Y la combinación de elevada deuda y crecimiento débil sigue dejando a las economías europeas en un estado de vulnerabilidad.

Para que Europa encuentre una forma duradera de superar la crisis, hay que recurrir a un enfoque político integral que, de forma equilibrada en lo social, combine las reformas estructurales para una mayor competitividad y una consolidación presupuestaria estricta y sostenible con inversiones de futuro para el crecimiento y el empleo.

El objetivo de la futura gestión de crisis europea debe ser superar la dependencia mutua entre el endeudamiento privado de los bancos y el endeudamiento público de Estados, así como asegurar que en el futuro sean principalmente los bancos mismos los que se responsabilizan de sus riesgos, y no los contribuyentes. Además, hay que modificar las reglas para bancos y mercados financieros de tal forma que los actores de los mercados financieros nunca más puedan volver a poner en peligro el bienestar de Estados y sociedades. Los mercados financieros deben asumir parte de los costes de la crisis y hay que volver a conducirles a su función instrumental frente a la economía real.

Asimismo, hay que emprender otros pasos de reforma para fortalecer la coordinación de la política económica, especialmente en el marco de la Unión Económica y Monetaria (UEM). Las reglas acreditadas de la economía social de mercado deben ser la base de la estructura de la UEM del futuro.

Perfeccionar la Unión Económica y Monetaria

La crisis en la zona euro ha puesto de manifiesto las defectos de construcción de la UEM. Sobre todo se ha demostrado que la UEM necesita de una mejor y más vinculante coordinación, así como de una política presupuestaria más eficaz, si quiere combinar a largo plazo, y con éxito competitividad, estabilidad financiera, posibilidades de inversiones de futuro y equilibrio social. En el diálogo con sus socios europeos, Alemania abogará por perfeccionar la UEM en este sentido. Las instituciones comunitarias deberían, en el marco de su papel institucional, participar en la coordinación de la política económica.

Alemania apuesta decididamente a favor de la moneda común. Nuestro objetivo es y seguirá siendo que Europa salga fortalecida de la crisis. Estamos a favor de una Europa de la estabilidad y del crecimiento. Partimos del principio que la solidaridad y la responsabilidad propia son dos elementos que van juntos. Para resistir como europeos en un contexto de competencia global, necesitamos también disponer de una economía más eficiente.

Las claves para el crecimiento de Europa son la mejora de la competitividad, gracias a las reformas estructurales, y las inversiones sostenibles de futuro. Los esfuerzos nacionales y europeos tienen que ir de la mano. Nos comprometemos con las reglas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento reforzado. La aplicación creíble de éste será la base para la durabilidad y estabilidad de la moneda común.

Para que nuestras acciones tengan credibilidad es necesario que persigamos una política presupuestaria y económica que se base en la sostenibilidad. Es preciso por ello reducir los altos porcentajes de deuda estatal de los países de la zona euro. Esta es una de las lecciones que tenemos que aprender de la crisis actual. Se tiene que continuar la política de consolidación presupuestaria que tendrá que ser combinada con reformas a favor de un crecimiento estructural y con inversiones sostenibles de futuro.

Alemania sigue dispuesta a brindar un apoyo solidario a través de créditos de ayuda y ayuda técnica para hacer posible en los países receptores la realización de políticas de reforma, a favor de la recuperación de la competitividad y de la reducción del desempleo.

Sin embargo, es preciso mantener el principio de que cada Estado miembro asuma la responsabilidad por sus propias obligaciones. Cualquier forma de mutualización de las deudas estatales pondría en peligro la definición de las políticas nacionales en cada Estado miembro individual. Una responsabilidad presupuestaria nacional no es compatible con una responsabilidad colectiva supranacional. Los créditos de ayuda de los programas de rescate europeos se deben conceder únicamente como “ultima ratio” cuando corra peligro la estabilidad de la zona euro en su conjunto. Queremos que los Estados en crisis asuman un papel fuerte propio en la superación de la crisis y empleen recursos propios antes de recibir créditos de ayuda. Estos últimos se deberán conceder únicamente como contrapartida a unas condiciones o reformas y medidas de consolidación rigurosas en los países receptores. Requieren como condición previa un plan concreto de cómo se podrá garantizar la sostenibilidad de la deuda. Además tiene especial relevancia el control democrático de todas las ayudas que se conceden: los fondos para el MEDE serán aprobados únicamente una vez que el Bundestag haya dado su consentimiento.

La crisis ha demostrado que los efectos de las correcciones que se realizan a nivel europeo muchas veces llegan tarde. Por lo tanto, para evitar futuros desfases en la unión monetaria, es preciso mejorar la vigilancia de las políticas presupuestarias y el progreso del endeudamiento, así como reducir mediante un esfuerzo coordinado entre todos los Estados miembros de la zona euro los desequilibrios económicos que existen en la zona euro. Para ello será necesario que apliquemos rigurosamente el Pacto de Estabilidad y Crecimiento reforzado y el Procedimiento de Desequilibrios.

Las nuevas reglas solamente podrán ser creíbles cuando se apliquen y controlen de manera rigurosa. Se debería seguir desarrollando la aplicación de un indicador de progreso UE (Score Board) en temas de empleo y desarrollo social así como de los indicadores sociales y de empleo, con la meta de que estos instrumentos nuevos ya puedan servir para el semestre europeo de 2014. Este abanico mayor de indicadores pretende permitir un mejor entendimiento de los procesos sociales a nivel de toda la UE.

Queremos ampliar el control de la planificación fiscal nacional ejercido por la Comisión de la UE, introducido por el Two-pack, para obtener un instrumento eficaz que permita que el mismo legislador del presupuesto nacional pueda contrarrestar preventivamente infracciones claras contra las reglas de la UE. Esto también incluye los objetivos de crecimiento, innovación y empleo.

Queremos que los Estados del euro lleguen a acuerdos contractuales y vinculantes, viables y democráticamente legitimados sobre las reformas que permitan alcanzar los objetivos de competitividad, financiación sólida, sostenida y duradera, así como de crecimiento y empleo, que están vinculados a la solidaridad.

Vamos a adaptar las bases contractuales de la UEM.

Las reformas iniciadas en los Estados de la zona euro especialmente afectados por la crisis suponen un fundamento importante para sentar las bases para un crecimiento duradero en sus territorios y en Europa en su conjunto. En este contexto también será necesario incluir las posibilidades del BIE y del presupuesto UE para crear la infraestructura necesaria. Además, para las PYMEs, deberían mejorarse de forma efectiva las posibilidades de acceso al crédito. Este es también un campo en el cual el BIE, en cooperación con los bancos de fomento nacionales, puede ayudar. Esta caja de herramientas deberá fortalecer el progreso económico, aumentar el empleo y reducir la fragmentación de los mercados financieros en Europa.

Competitividad y empleo

El mercado único constituye un pilar clave para afianzar el crecimiento y la competitividad de Europa. Debe estar en condiciones de desarrollar toda su efectividad y deberá ser profundizado. La perfección del mercado único, la articulación de reglas oportunas, pero también el reconocimiento mutuo de los títulos académicos y cualificaciones profesionales, así como la vigencia del sistema de seguro social en toda la UE pueden convertirse en impulsos importantes para el crecimiento.

La creación duradera de empleo y el afianzamiento del bienestar se logran sobre todo mediante la competitividad, un crecimiento económico estructural sólido y las inversiones de futuro. Esto concierne sobre todo a los países en crisis de la zona euro, donde el desempleo es excesivamente alto y las personas a menudo han tenido que sufrir recortes muy dolorosos de sus ingresos, y en muchos casos de sus puestos de trabajo.

Nuestro compromiso irá dirigido al desarrollo de la política de consolidación fiscal y de las reformas estructurales, considerando la cohesión social, que al mismo tiempo queremos complementar con mayores inversiones de futuro, a favor de la innovación y el crecimiento.

Seguiremos mejorando el entorno económico, buscando conjuntamente una producción de alta calidad y un empleo bien remunerado. A este objetivo contribuye el sector privado con su dinámica y capacidad productiva, en colaboración inteligente con el Estado, que a su vez pone a disposición el marco regulatorio de la economía de mercado social, la educación y las infraestructuras. Esto debe ser válido tanto en el nivel de responsabilidad nacional como europeo.

Para consolidar el futuro de Europa, necesitamos mayores inversiones en áreas como infraestructuras, energías renovables, eficacia energética, transporte, redes transeuropeas, medios digitales o redes de banda ancha, educación así como investigación y desarrollo, aparte de las reformas estructurales necesarias.

Insistiremos en que el pacto para el crecimiento y el empleo (de 120.000 millones de €), aprobado en verano del 2012, sea aplicado diligentemente. El pacto de crecimiento y el pacto fiscal constituyen dos elementos igualmente importantes de una política a favor de un crecimiento sostenido y unos presupuestos públicos sólidos. Tienen una importancia especial para el fomento del  crecimiento y del empleo aquellas medidas que faciliten el acceso de las PYMEs a los recursos financieros. Entre estas figuran una garantía mayor por parte del BIE así como el mayor uso de fondos de rotación para emplear los recursos de los fondos estructurales y de inversión.

El Gobierno federal prestará atención a que el BIE haga un uso eficiente y amplio de los recursos adicionales que le han sido adjudicados. El instrumento de flexibilización previsto en los acuerdos para la planificación financiera a medio plazo debería ser utilizado para las inversiones el crecimiento y el empleo.

En un marco presupuestario austero para la UE, queremos que la articulación del presupuesto de la UE sea más adecuada a sus tareas. Con miras a la revisión del marco financiero plurianual en 2016 deberán hacerse más esfuerzos para marcar prioridades claras en el presupuesto europeo a favor del crecimiento, el empleo y la innovación.

A nivel europeo, el Gobierno federal abogará por que se evalúe cuanto antes la fase piloto para las obligaciones para la financiación de proyectos europeos. Si estas obligaciones se garantizan con el presupuesto de la UE se podrán promover inversiones adicionales para fomentar el crecimiento.

Europa es la cuna de la sociedad industrial moderna. Pero en gran parte de Europa, la industria ha ido perdiendo fuerza. Entretanto, la UE ha sabido reconocer la importancia que tiene la industria para el crecimiento sostenible, el bienestar, la calidad de vida y el empleo, y también conoce el problema de la desindustrialización de Europa. Sin embargo, aún no se ha conseguido invertir esta tendencia negativa. Debido a la gran importancia de una industria europea fuerte vamos a trabajar junto con las instituciones y socios europeos para que en el futuro la UE vuelva a tener una industria fuerte y moderna. Debemos mejorar las condiciones de las sede de la industria y vamos a hacerlo con la colaboración de todos los actores implicados. Tendremos en cuenta la competitividad internacional de la industria a la hora de tomar decisiones políticas en Berlín y Bruselas y nos esforzaremos para que se consideren más las consecuencias de eficiencia de costes de nuestras decisiones en el ámbito de la política industrial.

Asimismo, es muy importante que en Europa haya inversiones privadas y públicas mayores en los ámbitos de investigación, desarrollo e innovación, en buenos sistemas de formación, en mejorar el fomento de las exportaciones, especialmente en países con cuota baja de exportaciones, en una infraestructura moderna y orientada a las necesidades industriales y en un marco regulatorio más favorable dentro del mercado común europeo.

Para fortalecer la competitividad de Europa será necesario reducir la excesiva regulación a nivel europeo. La Comisión de la UE debe identificar los campos de regulación que ofrezcan el mayor potencial de simplificación y reducción de los costes de regulación, sobre todo cuando sean relevantes para las PYMEs. En estos ámbitos pedimos objetivos claros de reducción. Hay que respetar la protección de los consumidores, del medio ambiente y de los trabajadores. Queremos trasponer al detalle las disposiciones de la UE,  también para garantizar la igualdad de oportunidades en el mercado único europeo.

Asimismo, hay que reflexionar sobre el cambio de la política energética en el contexto europeo. Sólo un mercado energético común integrado y una coordinación estrecha entre los Estados miembros – p. e. respecto del incremento de las energías renovables y de las redes de transporte – asegurarán un suministro energético fiable y compatible con los costes y la protección del medio ambiente para que Alemania pueda seguir siendo,  también a largo plazo, el motor del espacio económico e industrial competitivo que es Europa.

El papel que Europa desempeñará en el siglo XXI también dependerá esencialmente de si logramos mantenernos a la altura de los procesos en el mundo digital, si podemos establecer estándares europeos y con ello preservar nuestro modelo de sociedad europeo. Por ello defendemos la idea de una agenda europea digital integrada que coordine la protección del consumidor, la protección de datos, la innovación y la seguridad de la red y de la información.

Se requiere además un nuevo marco jurídico internacional para regular el manejo de nuestros datos. Queremos establecer una Convención internacional para la protección global de la libertad y la integridad personal en Internet. Es preciso conseguir avances decisivos en el actual proceso de mejora de las disposiciones europeas sobre la protección de datos. Sobre esta base también queremos avanzar rápidamente en las negociaciones sobre un acuerdo de protección de datos con EE.UU.

Al coordinar nuestra política económica en el marco de Europa, siempre tenemos presente la dimensión global. Por ejemplo, queremos impulsar la conclusión de un acuerdo de libre comercio con EE.UU. Haremos frente al reto de la competencia creciente entre empresas y espacios económicos, porque nos basamos en los fundamentos acreditados de nuestra economía social de mercado y damos prioridad a la consolidación de la competitividad internacional económica de Alemania y de Europa. En un mundo cambiante como el nuestro, únicamente una Europa fuerte será capaz de preservar su influencia. También para ello es necesario disponer de un modelo de economía sostenible y de un alto grado de estabilidad económica y social.

La política europea de Alemania tendrá en cuenta la necesidad especial de proteger la cultura y los medios de comunicación, en lo relacionado con la legislación comunitaria, las ayudas de estados, o los acuerdos de libre comercio con terceros Estados. También en las negociaciones sobre un acuerdo de libre comercio entre la UE y los EE.UU. estos mecanismos se tendrán que considerar y garantizar mediante medidas excepcionales.

Fortalecer la dimensión social, crear empleo, combatir el desempleo juvenil

La experiencia de la crisis nos enseña de nuevo que la mayor amenaza para las personas y la paz social en Europa es la pérdida del puesto de trabajo. Por ello, el mejor y, a largo plazo, único camino a seguir para asegurar ingresos, participación, integración social y estabilidad es superar el desempleo y crear y consolidar suficientes puestos de trabajo cualificados y competitivos. Es necesario que la iniciativa privada y la responsabilidad personal de trabajar y crear empleo estén acompañadas de un respaldo solidario. Ello queda reflejado en la  estrategia europea de solidaridad y solidez: tanto las reformas estructurales de los Estados miembros como la consolidación fiscal y las inversiones futuras son bases para crear crecimiento y empleo y de la integración social de los ciudadanos.

El desempleo juvenil ha aumentado dramáticamente en muchos países europeos debido a la crisis. A estos jóvenes, que a menudo disponen de una buena formación, Europa no les puede fallar. La lucha contra el desempleo ha de ser en consecuencia una prioridad de la política europea.

Alemania quiere estar en la vanguardia de la aplicación de la Garantía Europea Juvenil de Empleo e impulsarla dando ejemplo. Para desarrollarla con éxito en todos los Estados miembros se requieren medios económicos suficientes para crear las estructuras necesarias en los Estados más afectados. Apoyamos la creación de un marco de calidad para prácticas. El Gobierno Federal participará en el examen de los objetivos a fin de combatir el desempleo juvenil en el Semestre Europeo. Para ello tendrán que asumir su papel los parlamentos nacionales y el Parlamento Europeo.

Los fondos previstos en los próximos presupuestos europeos para potenciar el empleo de los jóvenes, tienen que utilizarse lo antes posible, en cualquier caso durante los dos primeros años del próximo periodo financiero. Si es necesario, se pueden incrementar los fondos para combatir el desempleo juvenil en el marco de la reprogramación acordada de los fondos estructurales europeos o concentrando medios aún disponibles de los presupuestos. Defendemos iniciativas para el apoyo técnico a la hora de solicitar y emplear los fondos. Apoyamos expresamente la financiación de inversiones en educación y formación y las ayudas temporales destinadas a sufragar costes laborales a través de créditos y garantías del BEI. Además, proponemos que se incremente la combinación de créditos del BEI y de fondos europeos. Las posibilidades que ofrece el Programa “Erasmus para todos” para la formación dual deberían explotarse mejor.

También potenciaremos un mercado de trabajo europeo común, mejorando la enseñanza de idiomas y la portabilidad de títulos y prestaciones de la seguridad social.

Defendemos la necesidad de potenciar la movilidad y la permeabilidad dentro del mercado laboral y de formación europeo. Tomaremos medidas destinadas a posibilitar que jóvenes cualificados de otros Estados miembros puedan completar su formación profesional en Alemania o aceptar un empleo en Alemania.

Queremos – implicando a cámaras y colegios profesionales - ayudar a otros Estados miembros en la implantación del exitoso modelo de formación dual alemán incluyendo el Certificado Superior de Capacitación Profesional y contribuir en la implantación de la Alianza Europea para la Formación.

Para la creación de nuevos puestos de formación y trabajo, apoyamos acciones conjuntas con empresas, sindicatos y Estados miembros de la Unión Europea.  Queremos enriquecer esa colaboración con la experiencia que hemos adquirido en Alemania con el “Pacto de Formación”. Se han de consolidar los programas de creación de la propia empresa – similares al modelo alemán del Complemento de Fundación. Estos programas deber ser acompañados de un asesoramiento integral.

La UE respeta las tradiciones nacionales de los Estados en cuanto a su competencia básica en materia de política social. En el marco del modelo económico y social europeo defendemos principios y criterios comunes para luchar contra el dumping salarial y social, evitando así la distorsión de la competencia que perjudica a empresas y trabajadores en el mercado interior.

Los trabajadores en Europa deben ser protegidos de forma eficiente contra la explotación laboral y las condiciones de trabajo inmorales. En el marco de una actividad económica que sobrepasa las fronteras nacionales, los derechos de los trabajadores no deben tener sus límites en esas fronteras. Defendemos la idea de analizar la introducción de estándares para los salarios mínimos, que deben ser organizados y definidos a nivel nacional y que garantizarían una alta tasa de empleo y salarios justos – pudiendo optar entre decisiones legislativas o convenios colectivos.

Además debe asegurarse que la igualdad de rango de los derechos sociales fundamentales de la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE se imponga ante las libertades de mercado dentro del mercado interior europeo. A nivel europeo, el diálogo social entre los interlocutores sociales también tiene una función importante que debería ser fortalecida, al igual que los comités de empresa y la participación en empresas europeas.

En las negociaciones actuales sobre la directiva de traslado de trabajadores defendemos el alto nivel vigente en Alemania con regulaciones claras sobre responsabilidad, amplios derechos de información para la administración, así como derechos de control eficientes para los Estados miembros. La lucha contra un posible abuso no puede entorpecerse socavando las medidas de control. Se ha de combatir con determinación el abuso por ejemplo de empresas fantasmas o desplazamientos simulados. Habría que desarrollar el derecho comunitario de desplazamiento de trabajadores de tal forma que sean válidos tanto el nivel salarial (igual salario para igual trabajo), como las condiciones laborales del país al que se han desplazado. Las prestaciones de servicios públicos básicos son parte esencial de las tareas estatales, especialmente a nivel regional y municipal (p. ej.  el abastecimiento de agua). El cambio demográfico y la reducción de la población en muchas zonas rurales agudizan las necesidades de actuar en este ámbito.

Es necesario que haya una relación compensada entre el principio de competitividad del mercado interior de la UE, una adecuada cohesión social y el equilibrio social. Únicamente así se conseguirá su aceptación por parte de los ciudadanos y ciudadanas. Hay que mantener las posibilidades de participación en el proceso de los Estados miembros, sus regiones y municipios cuando se trate de tareas relacionadas con su interés público. Nos opondremos claramente a cualquier limitación futura de las prestaciones de servicios públicos básicos por parte de la política de la UE. Hay que evitar que la política europea suspenda las peculiaridades nacionales, regionales o locales en las prestaciones de servicios públicos básicos.

Política Europea Exterior y de Seguridad Común

Queremos una Unión Europea fuerte y segura de sí misma que colabore decisivamente en el diseño del proceso de globalización y que en este sentido abogue decisivamente a favor del mantenimiento de la paz, la libertad y el bienestar. Alemania contribuirá activamente a fortalecer la confianza en el proyecto de integración europea. Una cooperación en un marco de confianza entre los socios es imprescindible para el éxito común. La toma en consideración de los intereses de los pequeños y medianos estados miembros es parte constitutiva de nuestra política europea.

La credibilidad de la Unión Europea en su intervención internacional a favor de los derechos humanos depende en gran medida de la manera en que viva consecuentemente sus valores y que persiga sus violaciones en el interior. El Gobierno Federal, basándose en el artículo 7 del Tratado de la UE, aboga por un mecanismo eficaz para el mantenimiento de estándares democráticos y de Estado de derecho en Europa para garantizar la protección de los valores tal y como están fijados en el artículo 2 del Tratado de la UE.

La asociación germano-francesa es única en su extensión y profundidad. Nuestros países, como naciones fuertes en el ámbito económico, tienen un interés especial, pero también unas posibilidades especiales, para fomentar decisivamente la integración y fortalecer el bienestar, la seguridad y la competitividad de la UE. Seguiremos implementando paso a paso la Agenda germano-francesa acordada el 22 de enero de 2013. Seguiremos profundizando nuestra asociación con Polonia y desarrollando las múltiples relaciones de vecindad. Ampliaremos las posibilidades de trabajo de los grupos de jóvenes germano-polacos y daremos una perspectiva de largo plazo a los centros juveniles de encuentro en Kreisau y Ausschwitz. Intensificaremos la cooperación con Francia y Polonia en el Triángulo de Weimar. Queremos ampliar las iniciativas bilaterales con nuestros socios centroeuropeos. Aseguramos una perspectiva más allá del 2017 al Foro sobre el Futuro germano-checo y a los Fondos de Futuro germano-checos.  

Ampliaciones y vecindad oriental

La ampliación de la UE es una activa política europea de paz. Las ampliaciones que la UE ha realizado hasta ahora han sido en interés de Alemania y de Europa. Abogamos porque este proceso continúe observando estrictamente los criterios de adhesión, y porque los Estados de los Balcanes Occidentales tengan una perspectiva de adhesión. Tanto Serbia como Kosovo tienen que cumplir sus compromisos. Queremos reducir paulatinamente y concluir la KFOR en consonancia con el desarrollo de la seguridad. Junto con nuestros socios y aliados propiciaremos activamente la preadhesión de los países de los Balcanes Occidentales a la UE y a la OTAN. Para la ampliación de la UE es importante aplicar criterios estrictos y que se den avances claramente comprobables. Son determinantes tanto la capacidad de adhesión de los candidatos como la capacidad de acogida de la Unión Europea.

Turquía tiene para Europa una importancia estratégica y económica. Además, estamos estrechamente vinculados a Turquía a través de las múltiples relaciones entre personas de los dos países. Queremos seguir profundizando las relaciones entre la Unión Europea y Turquía, incluida una estrecha colaboración estratégica en cuestiones de política exterior y de seguridad. No sólo vemos el impresionante desarrollo económico de Turquía, sino que nos congratulamos sobre todo en lo que se refiere a los esfuerzos realizados para llevar a cabo reformas con vistas a las negociaciones de adhesión. El proceso de negociación sigue en marcha con la apertura de un nuevo capítulo de negociación. El absoluto respeto de los valores en los que también se basa la UE, como la democracia, el Estado de derecho, la libertad religiosa y de expresión así como su implementación por parte de los Estados son requisitos para avances posteriores. Las negociaciones entabladas en 2005 con el objetivo del ingreso son un proceso con un final abierto que no se basa en ningún automatismo y cuyo desenlace no puede ser garantizado de antemano. También en Turquía se está llevando a cabo un debate sobre la adhesión a la  UE. En caso de que la UE no tuviera capacidad de integración o de que Turquía no estuviera en situación de cumplir totalmente todas las obligaciones ligadas a la adhesión como miembro a la UE, Turquía tendrá que ser vinculada lo más estrechamente posible a las estructuras europeas, y de una manera que siga desarrollando su relación privilegiada con la UE y con Alemania.

Es de vital interés para Alemania y para la UE fomentar la democracia, el Estado de derecho y el desarrollo económico también en otras regiones colindantes. En este contexto, la política europea de vecindad ha tenido éxito. Para la asociación del Este, los acuerdos de asociación, de libre comercio y de facilitación de visados siguen siendo los mejores instrumentos.

Los países vecinos de la ribera sur y este del Mediterráneo tienen una importancia estratégica para Europa. Una vinculación más estrecha de esos países a la UE puede contribuir a una estabilización de la región.

Una Europa fuerte en el mundo

Queremos que la Unión Europea, como ganadora del Premio Nobel de la Paz, asuma su responsabilidad también en el futuro. En el mundo globalizado del siglo XXI tendrá que participar en el diseño de la política internacional y en este ámbito tendrá que adoptar un papel fuerte y autónomo. Al hilo de la cumbre de la UE de diciembre de 2013, el Gobierno federal quiere adoptar nuevas iniciativas políticas para el fortalecimiento y la profundización de la Política Exterior y de Seguridad Común. El Consejo Europeo a nivel de jefes de Estado y de Gobierno debería ocuparse en general una vez al año de la política exterior, de seguridad y de defensa.

Nos comprometemos a fortalecer el cargo del Alto Comisionado para la Política Exterior y de Seguridad. Tiene que ser mejorada la capacidad de maniobra del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) para la gestión preventiva de crisis y para una reacción rápida a las crisis. Un SEAE no sobredimensionado tiene una misión funcional y no esencialmente representativa. Las cuestiones de política exterior, política comercial y cooperación para el desarrollo tienen que estar más conectadas y más estrechamente consensuadas entre la Comisión de la UE y el SEAE.

La Unión Europea necesita más que nunca un debate estratégico sobre lo que puede y lo que quiere conseguir con medios predominantemente civiles o en su caso también por medio de intervenciones militares. La Unión Europea y sus Estados miembros pueden prestar una valiosa ayuda en la construcción de la democracia, de los sistemas de Estado de derecho y de una administración eficaz en terceros países. Esto es especialmente válido en los ámbitos de la policía y la justicia.

Abogamos por que los instrumentos civiles y militares de la Unión Europea sigan interconectándose y sigan mejorando las capacidades tanto civiles como militares de Europa para la prevención de crisis y la solución de conflictos. La planificación de las fuerzas armadas en la Unión Europea y en la Alianza del Atlántico Norte tendrá que ser coordinada de manera más estrecha. Hay que evitar duplicaciones. Las capacidades de la OTAN y de la UE deberán ser complementarias las unas de las otras.

Queremos que se lleven a cabo intervenciones europeas comunes para el mantenimiento y el fortalecimiento de la seguridad de Europa especialmente en nuestra vecindad geográfica. Las intervenciones más allá de esa zona de vecindad deberán ser llevadas a cabo cada vez más por socios u organizaciones regionales, por ejemplo la Unión Africana (UA), la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) o el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG). Éstas y otras organizaciones regionales, así como los socios de confianza sobre el terreno tienen que ser apoyados a la hora de asumir responsabilidades.

OSCE Y Consejo de Europa

Queremos fortalecer la OSCE. El Gobierno federal, de acuerdo con los países socios de la OSCE, especialmente Polonia y Francia, se declara dispuesto a tener más responsabilidades en la OSCE. Queremos que el Consejo de Europa y sus órganos recuerden cuáles son sus competencias fundamentales como guardián y garante de los derechos fundamentales y de los derechos humanos. En este sentido trabajaremos intensamente.


Per l’increment de les pensions i l’avançament en l’edat de jubilació

Per l’increment de les pensions i l’avançament en l’edat de jubilació

cartellpensionsEl govern corrupte del PP, amb majoria absoluta d’escons però no de vots, es disposa a atacar novament els drets fonamentals de les persones, en aquest cas mitjançant la retallada present i futura de les pensions. El PP pretén basar-se en un informe de suposats experts, onze homes i una dona, que en realitat són, en la seva majoria, vassalls a sou de bancs i companyies d’assegurances. Al seu document, venen com a veritats absolutes hipòtesis de partida que només són judicis de valor, i manipulen les dades en funció dels interessos dels seus amos, en un exercici de manca d’ètica i de rigor impropi del que haurien de ser uns científics socials mínimament honestos.
El discurs del poder econòmic afirma més o menys que tenim i tindrem un greu problema a l’hora de pagar les pensions, perquè cada vegada hi ha menys gent treballant en relació a les persones grans dependents. I això s’agreujarà en el futur perquè la població està envellint. Per tant, s’han de retallar les pensions i s’ha de retardar l’edat de jubilació, ja que en cas contrari la societat no tindrà recursos per a mantenir a tothom.
Tot aquest plantejament està ple de fal·làcies, d’oblits interessats i d’afirmacions políticament esbiaixades, com intentaré demostrar en aquest article. En primer lloc, cal criticar l’enfoc totalment economicista i immoral de la qüestió i les bases que el sustenten. Al món capitalista, la gent gran és presentada com una càrrega que gasta recursos econòmics, quan en realitat estem parlant de persones que aporten al conjunt de la societat una experiència i un conjunt d’activitats que, tot i no ser valorades en diners, tenen una importància cabdal. Però per a l’establisment actual tot aquell que no treballa dins l’esfera de producció capitalista simplement és una rèmora.
En segon lloc, la despesa actual en pensions d’Espanya és d’un 10% del PIB, davant l’11,3% de la mitjana de la UE. Per tant, si volem caminar en la senda dels països que ens envolten, el que hauríem de fer és incrementar aquesta inversió, no reduir-la. A més, és fals que les pensions s’hagin de pagar obligatòriament amb les aportacions a la Seguretat Social, ja que al cap i a la fi és el conjunt de l’Estat el que manega tot el pressupost. I aquí hem de parlar necessàriament dels ingressos, que a Espanya estan molt per sota de la mitjana comunitària degut a la regressivitat del nostre sistema fiscal i a l’ingent frau que hem de patir per part sobretot de les grans fortunes.
En tercer lloc, la taxa d’ocupació d’un país es por incrementar de maneres molt diferents. La més senzilla, directa i evident és la d’acabar amb l’atur, fet que suposaria la incorporació de més de sis milions de persones a la població ocupada. És surrealista que en el context actual es pugui parlar de manera tan alegre del famós factor de sostenibilitat, mentre el capitalisme expulsa a més del 25% de la ciutadania de l’anomenat mercat de treball.
En quart lloc, l’increment en l’esperança de vida no és igualitari entre totes les capes socials, i fins i tot en el moment de crisi actual s’està reduint entre les persones més desafavorides. A més, no totes les ocupacions porten associada la mateixa esperança de vida, mentre que l’aplicació de les mesures neoliberals pretén ser lineal per a tothom. Qualsevol consideració de classe queda fora de l’anàlisi oficial.
Podem continuar enumerant el conjunt de falsedats que es desprenen del discurs del govern, però crec que és millor i més útil centrar-nos en enfocar de manera totalment diferent el tema de les pensions. D’aquesta manera, podrem veure que no només existeix cap problema futur en el seu pagament, sinó que es poden plantejar mesures radicalment antagòniques a les que se’ns ofereixen des del grup de pretesos experts en la matèria.
Entre els anys 1970 i 1997, el PIB espanyol (a preus constants, és a dir, descomptant la inflació), es va multiplicar per 2,06. La població ocupada, en canvi, només es va incrementar en un 8%. Per tant, la productivitat per treballador va augmentar un 91% en només 27 anys. Això significa, arrodonint xifres, que el que produïacada treballador espanyol el 1970 es va doblar en tres dècades. Amb aquestes dades, resulta un oblit imperdonable que l’informe dels ‘experts’ no realitzi cap projecció futura de l’increment de la productivitat fins al 2050. No fer-ho implica mantenir constant una variable que va evolucionant en base al progrés tècnic, i que permet que el pastís de renda a repartir s’incrementi de manera molt significativa. En realitat, obviar aquest fet implica suposar que tot aquest increment de la productivitat és apropiat pel capital, hipòtesi que mai no s’explicita.
Per tant, si d’aquí al 2050 dupliquem una altra vegada la productivitat, i a més incorporem a la població ocupada els sis milions d’aturats que tenim a l’actualitat, resulta que no només no existeix cap problema a l’hora de mantenir les pensions futures, sinó que es poden incrementar de manera substancial. També es pot reduir la jornada de treball i avançar l’edat de jubilació. Tot és una qüestió de repartiment, de fet la variable econòmica clau en tot el procés és la distribució de la riquesa, que el govern del PP prefereix obviar de manera vergonyant.
Conforme es van introduir els avenços tècnics al llarg de la història econòmica, bona part de la classe treballadora va expressar el temor de que aquest fet pogués provocar una substitució de persones per màquines i un increment de l’atur. La resposta per part dels científics honrats sempre ha estat molt clara: el progrés tècnic ha d’utilitzar-se per tal de permetre que la gent treballi menys hores i alliberi temps per a l’oci i altres activitats fora de l’esfera productiva del capitalisme.
Podem explicar-ho de manera molt senzilla i amb tot el sentit comú del món. El mateix progrés científic que ens permet viure més anys ens facilita alhora que puguem treballar menys hores, acabar amb l’atur mitjançant el repartiment de la feina i jubilar-nos uns quants anys abans. Sempre i quan, és clar, els fruits derivats de l’avenç tècnic es distribueixin de manera justa entre la població, fet totalment contrari als interessos partidistes dels sicaris al servei de la patronal.
Els economistes neoliberals ens presenten tot un reguitzell de fórmules i gràfics, de vegades inintel·ligibles, que no fan sinó amagar les variables clau en el debat sobre la qüestió. Envoltats de tota una parafernàlia de vegades mística, el govern pontifica després de reduir la realitat a un discurs manipulat amb un doble objectiu: retallar drets de les persones i privatitzar les pensions, amb els beneficis multimilionaris que això pot comportar al capitalisme financer.
L’alternativa és fàcil i l’hem d’explicar amb tota la pedagogia del món. L’increment de l’esperança de vida no és un problema, sinó un benefici que genera moltes oportunitats si s’estén de manera raonable i justa al conjunt de la població. El debat és evidentment de caire ideològic i, com sol ser habitual, es por reduir a un fet que sempre està i estarà present al món actual: la lluita de classes.

martes, 19 de noviembre de 2013

CONGRÉS DEL PARTIDO COMUNISTA DE ESPAÑA (PCE)

El responsable polític del PSUC ViU al Vallès Oriental, Antonio López, participa al 19è Congrés del PCE

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Durant els tres dies s'han aprovat 23 resolucions referents al moviment social, veïnal, internacional, laboral i de gènere, entre d'altres.

L'exregidor a l'Ajuntament de Mollet per ICV-EUiA i actual responsable polític del PSUC ViU al Vallès Oriental, Antonio López, ha estat un dels 500 delegats que ha participat des de divendres i fins diumenge al 19è Congrés del Partit Comunista d'Espanya celebrat a Madrid. Entre els acords assolits destaca l'elecció de José Luis Centella com a secretari general del partit que ha aprovat 23 resolucions referents al moviment social, veïnal, internacional, laboral i de gènere, entre d'altres assumptes.
Durant el Congrés el PCE ha aprovat un Manifest que aposta per una auditoria ciutadana del deute públic i el trencament amb la Troika, la defensa del poder local amb un rebuig frontal a la reforma de les administracions locals del PP i la proposta detallada d'una democràcia avançada i participativa. El Partit Comunista ha rebutjat la reforma del codi penal, ha demanat que tota simbologia feixista sigui il·legalitzada i ha denunciat l'actitud del Govern del PP davant dels actes d'espionatge realitzats pels EUA a les comunicacions espanyoles.

Després de la seva reelecció en el càrrec, José L. Centella, ha centrat la seva intervenció marcant "l'alternativa al socialisme davant de la barbàrie de l'increment del patiment de la classe treballadroa per tal que la banca i les grans
empreses mantinguin els seus beneficis". Per altra banda, Centella va fer una crida a la mobilització del 23 de novembre reafirmant "la lluita irrenunciable del PCE per la 3a República negant tota possibilitat a cap pacte d'Estat".
A la fotografia, Antonio López -entre d'altres- amb els diputats al Congrés Alberto Garzon , Joan Josep Nuet i Antonio Romero

jueves, 31 de octubre de 2013

El treball és un dret, lluita!.


   Els mitjans de comunicació estan difonent que estem sortint de la crisi, que estan arribant a l’estat carretades de diners disposats a invertir on sigui, que el país genera confiança perquè s’han realitzat els “ajustos necessaris” tot i que encara cal fer-ne més.

  Òbviament aquesta informació està redactada des del punt de vista dels grups de poder que s’han beneficiat i es continuen beneficiant del patiment de les persones en aquesta gran estafa anomenada crisi.

  La realitat és que el nombre d’aturats del Vallès Oriental que no reben cap mena de  prestació s’apropa al 50% i això ens avoca a una situació dramàtica que no ens podem permetre.

  Estar aturat no és normal, és la vulneració d’un dret constitucional que totes les administracions públiques haurien de defensar com prioritat fonamental. Les administracions públicas han d'estar al servei dels ciutadans, no dels mercats i la TROIKA.

  Cal lluitar perquè les administracions deixin d'estar al servei dels interessos econòmics d’una minoria acomodada i es posin a treballar per recuperar els drets dels ciutadans. Un altre política és possible i la classe treballadora ha de ser la protagonista d’un canvi social, econòmic, polític i ètic.

  La política no és sols LA CONSULTA, la política és la lluita contra el frau fiscal, la sanitat i educació pública de qualitat, els plans de reindustrialització, la banca pública al servei de les PIMES, cooperatives, emprenedors i ciutadans,  la gestió dels serveis bàsics (aigua, gas, electricitat, combustibles, aliments) des del sector públic i moltes coses més que no interessen gens ni mica a PP, PSOE ni CIU.

   Fem una crida a les persones en atur, a organitzar-se en sindicats, assemblees d’aturats o altres organitzacions anticapitalistes per que la seva veu no es perdi en les oficines del SOC.


   El treball és un dret, lluita!.